Écriture
La mano de Marguerite Yourcenar
Cocina, escritura y biografía
La “mano” ha sido sinónimo de la habilidad femenina y de su don de transformar lo crudo en cocido. Este libro pone en escena una faceta poco conocida de Marguerite Yourcenar: su afición a la cocina, su estilo culinario, y la comensalidad que brindó con recetas cuidadosamente registradas, y aderezadas con hierbas y especias cultivadas por ella en el huerto de Petite Plaisance, su casa de Mount Desert Island en Estados Unidos.
Ponemos el acento en la figura de “la mano”, en sus acepciones de “persona que ejecuta una cosa”, “corrección de una obra”, “habilidad, destreza” que bien pueden aplicarse a su genio de escritora como a su afición por la cocina. Es “su mano” la que se moviliza inscrita en las letras y en las sustancias e ingredientes de los platos que prefería y que ofrecía; la misma mano que hizo posible libros también produjo preparaciones degustadas en la intimidad de su comedor o en su terraza en tiempos de fiesta o de simple ejercicio de la amistad.
De la mano al paladar de la escritora-cocinera, hemos podido observar su vida y su visión del mundo.
Sonia Montecino y Michèle Sarde
“Las autoras dan por sentado que la cocina, la escritura y la biografía pueden amasarse juntas y entran al recetario de Yourcenar como san Pedro por su casa.”PRENSA CHILENA
“Una edición de Catalonia que reúne recetas originales de la escritora y entrega también ensayos biográficos y antropológicos...”
“Una 'gastrobiografía' de Marguerite Yourcenar... A través de la cocina se contextualiza la vida y obra de la artista”.
“...es un libro interesantísimo, bellamente editado... nos recuerda que amasar el pan es tan noble como escribir una novela”.
“Michèle Sarde y Sonia Montecino ponen en escena a través de este libro una faceta muy poco conocida de la intelectual francesa: su afición por la cocina, su estilo culinario y la práctica de la comensalidad”.PRENSA ARGENTINA
“Memorias culinarias de una escritora con buen gusto... El recetario de Marguerite Yourcenar sorprende primero como una curiosidad literaria y, también, como reflejo de la biografía de la autora, una mujer de todos los días”.
“El otro yo de la escritora francesa, autora de Memorias de Adriano, cuyas habilidades y ética culinaria recoge un libro exquisito”
“...un viaje sin escalas (imposible dejar de leerlo) al paladar y el corazón de su protagonista. Es el otro yo de la autora francesa autora de “Memorias de Adriano”. Un libro exquisito recoge sus habilidades y ética culinaria”.
“...un cuidado volumen cuyo fin es revelar la faceta menos conocida de la autora de Memorias de Adriano”.
“Por una parte, entrega el libro las recetas de la escritora francesa. Pero también representa un estudio acerca de ese recetario y sus hábitos y ética alimentaria, de su cotidianeidad, al tiempo que se preocupa de trazar conexiones entre la obra de Yourcenar y sus propias creencias alimenticias, en particular los nexos con su novela Memorias de Adriano”.
“Todos los artistas tienen un talento más allá de su faceta reconocida… Sonia Montecino y Michele Sarde logran reunir el recetario de la genial ensayista y poeta...”
“La célebre ecónoma Doña Petrona C. de Gandulfo preparaba platos que eran un puema. La gran Marguerite Yourcenar, en cambio, cocinaba en prosa... Sabrosa aproximación al mundo culinario de la gran escritora para degustar en la tibieza de la cocina”.
“Como afirman sus biógrafas culinarias, Yourcenar conservó el núcleo de su identidad mediante su idioma —que nunca abandonó, pese a escribir la mayor parte de su obra rodeada de otra lengua— y la cocina. De eso se trata este libro”.
“La publicación del cuaderno de recetas de la escritora, contextualizado por dos ensayos introductorios, permite encontrar a una mujer distinta de la que se percibe en su narrativa. Hay algo más cálido y más terrenal en la que pone sus manos en la masa”.
“Marguerite Yourcenar conocía los misterios que operan, ora en la olla, ora en las teclas, cuando una escritora cocina o una cocinera escribe”.PRENSA ESPAÑOLA
“Un libro delicioso por doble partida, por las recetas que trae y porque cumple con ese deseo íntimo de cada lector, que no es otro que meter las narices en la vida cotidiana del autor”.